La nueva BMW X2 entra a competir en el segmento de las guaguas compactas premium, uno de los de mayor crecimiento a nivel mundial.
La alemana BMW acaba de expandir aún más su amplia selección de guaguas con un nuevo modelo deportivo. Se llama X2 y se une a la X1, X3, X4, X5 y X6 para elevar el lineup de guaguas de la marca a un total de seis.
La X2 viene a competir en el creciente segmento de las guaguas compactas premium. Su tamaño es similar al de la X1 e incluso, utiliza la misma plataforma. También comparte el mismo motor turbo de cuatro cilindros, 2.0 litros y 228 caballos de fuerza. La mayor diferencia entre ambas es que la X2 es más deportiva. Tiene un diseño más dinámico y un perfil bajito, que le da un look más agresivo.
En la X2, BMW introdujo un nuevo patrón de diseño que irá incorporando a sus demás modelos según los vaya rediseñando. El cambio es en la parrilla, la cual históricamente ha tenido la temática del “twin kidney” o doble riñón. El patrón se queda, pero en la X2 la parrilla fue invertida, de modo que la parte más ancha queda ahora hacia abajo. Es un cambio muy sublime que solo los conocedores de BMW notarán.
Mi primer encuentro con la X2 fue en enero en el auto show de Detroit, donde le celebraron su debut en Norteamérica. Su diseño resaltó mucho al igual que tres de sus colores, el Sunset Orange, el Misano Blue y el Galvanic Gold. Pero algo que me llamó mucho la atención (de hecho, me fascinó) fue un detalle tan sutil como el cambio en la parrilla, pero, nuevamente, muy significativo para los fans de la marca. Se trata del lugar que la automotriz con sede en Múnich seleccionó para poner su emblema: los postes traseros. Con esta ubicación, la X2 rinde tributo a modelos clásicos muy estimados de BMW como el 3200 CS de principios de la década de los sesenta y los precursores de la Serie 6, el 2000 CS, 2800 CS y el 3000 CS. Y en eso es que está la belleza de poner la insignia en ese lugar: que con un detalle tan simple, BMW homenajea su pasado en un modelo completamente nuevo y muy distinto a los originales.
La X2 viene en dos modelos: sDrive28i y xDrive28i. La diferencia principal es que el primero es de tracción delantera y el segundo cuenta con un sistema all wheel drive. Para ambas versiones hay un conjunto de equipo llamado M Sport X que acentúa aún más la apariencia y personalidad deportiva de la X2.
El contenido de equipo, accesorios y opciones es muy generoso. Los aros vienen de 18 pulgadas, pero se pueden seleccionar de 19 y 20. También hay disponibilidad de un sunroof panorámico, equipo de audio con sistema surround y Apple Car Play, monitor touchscreen en dos tamaños, wifi y varios extras más.
La tecnología, especialmente de seguridad, también juega un rol determinante en la X2. Tiene un sistema con funciones con cierto grado de autonomía que corrigen situaciones que pudieran ser peligrosas. Por ejemplo, si el conductor va distraído o con sueño y la X2 detecta que se está saliendo del carril, no solo le avisará, sino que corregirá su posición siguiendo la dirección de las líneas en el pavimento, incluso en curvas. En esos momentos es casi como si se manejara sola.
Para los que sí van tan alertas que no separan los ojos de la carretera, la X2 tiene una pantalla transparente que muestra un velocímetro digital en el mismo campo de visión del chofer.
Igualmente, la X2 frena por sí sola en caso de que un vehículo, peatón o animal irrumpa en la vía. También frena si el vehículo del frente se detiene súbitamente o baja drásticamente su velocidad.
Como les dije, mi primer encuentro con la BMW X2 fue durante su presentación en Detroit. Hace poco tuve otro acá en la Isla y fue bastante más prolongado. Enrique De La Cruz, gerente de ventas de Autogermana BMW me facilitó una X2 xDrive28i en el color Sunset Orange y me perdí por varios días con ella. Le di mucha carretera y muy a propósito, me la llevé al tipo de entorno en el que todo BMW es aún más divertido: las carreteras de curvas. Esa experiencia la podrán leer aquí.
1 comment
Comments are closed.