Con apenas días en el mercado puertorriqueño nos llevamos la nueva BMW X2 a las curvas de la Cordillera Central.
En el artículo anterior les conté sobre mi primer encuentro con la X2, la nueva crossover compacta de BMW. Fue en enero, durante su debut en Norteamérica durante la exhibición de autos de Detroit. Me encantó de inmediato por su diseño, su tamaño (prefiero las guaguas pequeñas), y, como les recalqué en el artículo, por los emblemas que le instalaron en los postes traseros.
En días más recientes tuve un segundo encuentro con la X2, esta vez, aquí en la Isla cuando Autogermana BMW me facilitó una por varios días. En esta ocasión me gustó aún más que en Detroit por el simple hecho de que pude manejarla. De hecho, le di mucha carretera; sobre 200 millas bastante arduas en cuestión de tres días. No obstante, tan solo me bastaron los primeros metros de calle tan pronto la saqué de las instalaciones de Autogermana para que esta guagua deportiva me cautivara. Y es que en apenas unos pocos minutos de manejo se hacen evidentes sus excelentes movimientos.
Por supuesto, también resalta de inmediato su potencia. La X2 está equipada con el mismo motor turbo de 2.0 litros, 228 caballos y 258 libras de torque que tiene la X1. Con tal empuje, su arranque de cero a 60 es de solo 6.3 segundos. Eso es territorio de carros deportivos.
También de la X1 tiene la misma transmisión automática de ocho velocidades con modo manual.
Así que con unas cualidades como esas, rápidamente decidí que quedarme dentro del área metro no le haría justicia a la X2. Me la llevé entonces al entorno en el que más diversión se le extrae a cualquier BMW: las carreteras de curvas. Eso sí, en vez de tomar cualquier ruta montañosa, seleccioné una de las más retantes en Puerto Rico: La Piquiña. Por eso les dije más arriba que fueron millas muy arduas a las que sometí a la X2.
Esa antigua carretera es ideal para probar autos deportivos porque tiene una buena combinación de curvas amplias y curvas muy cerradas, y secuencias de muchas curvas corridas. Otro punto a su favor es que ya no es una ruta muy transitada. Además, para llegar a ella, primero hay que tomar el expreso, ambiente en el que la X2 también se destaca. Después de todo, esta guagua compacta viene de Alemania, la tierra del autobahn.
Arrancando desde San Juan y manejando hasta Cayey y luego Aibonito y Salinas, pude probar las tecnologías de la X2. En la autopista presencié cómo se maneja prácticamente sola. Tiene un sistema semiautónomo de manejo que la mantiene dentro del carril. De esta manera, si el chofer estuviera distraído o con sueño y la X2 percibe que se está saliendo del carril, no solo avisa, sino que ella sola regresa al centro e incluso, sigue la dirección de la carretera. Es muy impresionante ver y sentir cómo el guía se mueve por sí solo mientras el sistema corrige el rumbo.
Afortunadamente no lo probé, pero también se puede seleccionar un sistema de frenado de emergencia en caso de que un auto, animal o peatón irrumpa en la via o que el vehículo del frente frene en seco.
Ya en los caminos de curvas, la X2 proveyó una gran experiencia de diversión gracias a su agilidad. La suspensión y el sistema all wheel drive impartieron un gran agarre en todo tipo de curvas tanto en La Piquiña, como en la ruta de regreso que fue por Aibonito, Cidra, Aguas Buenas y las áreas rurales de Guaynabo.
Otros dos elementos se unieron para maximizar la experiencia por esas carreteras de montaña. Uno de ellos son los asientos. Las butacas deportivas de la X2 tienen excelentes soportes laterales que agarran el cuerpo al asiento. Así que en vez de ir resbalando de lado a lado con cada secuencia de curvas, uno va fijo, muy bien sujetado al asiento.
El otro factor es el selector de modos de manejo que incluye “Eco Pro”, “Comfort” y “Sport”. Ya de por sí, en “Eco Pro” y “Comfort”, la X2 se mueve muy bien, pero el “Sport” la transforma. Al activarlo, la suspensión se siente aún más rígida, el guía más pesado y preciso, los cambios de la transmisión se tornan más largos y la aceleración se pone aún más vigorosa. El motor hasta suena diferente.
Nuevamente, con cualquiera de los tres modos se obtiene una experiencia de manejo deportiva; es la esencia de la marca BMW y la provee en todos sus modelos. La diferencia es que con el “Eco Pro” se maximiza la eficiencia del motor, con el “Comfort” se obtiene un rodaje más cómodo, ideal para el uso diario y el “Sport”, pues, simplemente le extrae el máximo provecho a todas las cualidades deportivas de la X2.
En resumen, la X2 crea un gran balance en los primeros escalones de la selección de guaguas de BMW. Para el que busca algo más compacto que la X3, pero más deportivo que la X1, la nueva X2 es la BMW que busca.
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