Rolls-Royce le sigue el paso a las demás automotrices de lujo y lanza su primera SUV. Se llama Cullinan.
Era de esperarse. Ante la incursión al mundo de las SUV por tantas automotrices de lujo europeas que históricamente solo habían producido carros y nunca camionetas (Maserati, Bentley, Jaguar, Alfa Romeo) pues no es de sorprenderse de que Rolls-Royce por fin haya lanzado la suya. Se llama Cullinan y es, pues, la Rolls-Royce de las guaguas SUV.
A continuación varios de sus detalles:
Su precio comienza en $339,000 USD (283,000 euros o 250,000 libras esterlinas). Las opciones (distintos tipos de maderas y pieles, estatuilla de cristal, configuración de asientos y otros equipos) aumentan su precio considerablemente.
Está nombrada en honor al Cullinan, el diamante más grande jamás encontrado. También llamado “la Estrella de África”, fue cortado y es parte de varias prendas de la reina Isabel.
Tiene un motor V12 twin turbo de 6.75 litros y 563 caballos de fuerza.
Ejerce 626 libras de “torque”.
La suspensión está ajustada de tal manera para que aun en terreno abierto, el rodaje sea tipo “alfombra mágica”, como Rolls-Royce le dice a la suavidad con la que sus autos se transportan sobre el pavimento.
Para aún más silencio en la cabina, una ventana divide los asientos traseros del área de carga.
Es el primer Rolls-Royce de cinco puertas.
Es el primer modelo de Rolls-Royce cuyos asientos traseros se doblan hacia el frente.
El asiento trasero puede ser ordenado como uno grande para tres ocupantes o como dos butacas individuales.
Cuando se ordena el par de asientos traseros individuales, entremedio hay una consola que contiene refrigerador, un gabinete de bebidas, dos vasos para whiskey y dos copas para champán con el emblema de Rolls-Royce.
Las puertas traseras abren hacia atrás, al estilo “suicida”. Pero claro, Roll-Royce no las describe así, las llama “coach doors” (puertas de carruaje).
Cada Cullinan se fabrica al gusto del cliente. No hay dos Cullinans que sean idénticas.
La suspensión se baja por sí sola cuando la Cullinan es estacionada. Vuelve a subir cuando se enciende el motor.
Una vez dentro, los pasajeros tocan un botón y las puertas se cierran solas y sellan la cabina.
Los asientos traseros quedan más altos que los delanteros.
El piso está diseñado de tal manera que los ocupantes no se manchen el pantalón con la parte baja de la carrocería al abordar o bajarse.
Usa aros de 22 pulgadas.
Pues ahí la tienen: la primera SUV de Rolls-Royce. ¿Cuál otra automotriz de lujo será la próxima? ¿Ferrari? Puede que suene descabellado, pero no del todo. Recuerden que Ferrari ya de por sí tiene un modelo “hatchback”, el FF.
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